24/2/16

NIEVE CAPITULO 12

¡Queridos soñadores!

Regresamos con un nuevo capítulo de Nieve.

¿Qué surgirá de entre los copos congelados?

Isabel del Río Sanz nos trae nuevos enigmas e intrigas para hacernos paladear el frío del invierno.

NIEVE 12. VIDA SURGIDA DEL HIELO



Al despertar no reconocí nada de lo que me rodeaba, supuestamente aquel era mi piso y, los extraños que me no me perdían de vista, mis compañeros de viaje, pero yo sólo veía muros de ladrillo y rostros de carne. El tiempo se me hacía interminable, en lo que ellos hablaban y se movían a mí alrededor, yo sentía que había vivido dos vidas enteras. Cansada de estar estirada en el suelo me levanté y fui a buscar un vaso de agua.

—¿Qué ha sido eso? —preguntó Tara a mi espalda.

Regresé al salón y me encontré con Lars y los dos niños frotándose los ojos enrojecidos.

—¿Estáis bien? —pregunté antes de quitarme la chaqueta y preguntarme por qué todos iban tan abrigados.

—Vive… —musitó Joel, después recorrió el espacio que había entre el suelo y donde me encontraba ahora y preguntó—. ¿Cómo has llegado hasta ahí?

—A pie —respondí, no sin cierta ironía.

Lars permanecía en silencio, era como si de pronto su mente se hubiera desconectado y no pudiera continuar con la actuación. Sus pupilas se alargaron cada vez más y pude vislumbrar los dientes afilados que ocultaba su boca.

—¿Se puede saber qué os ocurre? No tengo tiempo para quedarme aquí mirándoos embobada —dije molesta por la situación.

Sentía como el tiempo se expandía y yo lo perdía por completo, mientras ellos no hacían nada de provecho. Suspiré y me asomé a la ventana. El aire fresco me recompuso, el frío me ayudaba a permanecer en aquel estado sólido y compacto al que estaba obligado mi cuerpo.

—¡Cierra eso! —gritó Lara y me empujó para llegar a la ventana—. ¿Quieres que nos congelemos?

—Lo que no comprendo es cómo no os asfixiáis aquí dentro —rugí asqueada y me quité el resto de la ropa hasta quedarme en tirantes.

Podía percibir el odio que la niña sentía por mí, aunque no comprendía por qué. Apestaba a miedo y a rabia, si no la conociera la habría devorado.

—Has regresado. ¿No recuerdas qué ha ocurrido? —preguntó Lars, de nuevo en activo.

Su rostro había vuelto a la normalidad, volvía a ser el hombre atractivo y misterioso que se había presentado ante mi puesta horas antes.

—No estoy segura, se ha producido un cambio, pero nada importante —respondí incómoda por las muestras de afecto que de pronto Lars me demostraba.

Se acercó a mí y me acarició el rostro mientras Lara me atravesaba desairada con sus pensamientos.

—Necesito largarme de aquí, acabaréis por volverme loca —dije.

Abrí la puerta y salí a la escalera. Joel y Lars se apresuraron tras de mí, pero el pequeño no podía soportar la temperatura.

—No aguantaremos ahí afuera —Lars alcanzó mi mano y me detuvo—. Quédate, te enseñaré a controlarlo y así podremos continuar con el plan.

—¿Por qué debería hacerlo? ¿Qué más me da tu plan? A mí sólo me interesa alejarme de vuestros agobiantes sentimientos, de vuestra lentitud… ¿A caso crees que me importáis lo más mínimo?

Su mano se volvió rígida y afilada, me soltó. Le había herido y lo sabía, aunque no conocía realmente sus sentimientos, afloraban la superficie recuerdos de un futuro ya perdido.

—Beth, hablas así por lo que te ha ocurrido, pero te aseguro que en unas horas te sentirás muy distinta. No vas a poder controlar lo que ahora eres sin que alguien te ayude.

—¿Y ese alguien eres tú?

Lars asintió y recuperó su frialdad de guardián.

—He sido preparado para esa misión, aunque nunca creímos que llegaría el día.

En el rellano, ante la puerta de mi antiguo piso, dos niños tiritaban mientras esperaban a que tomara la decisión más acertada, o al menos la que les permitiría vivir un día más. Chasquee la lengua con fastidio y accedí a seguir sus instrucciones.

De nuevo acompasé mi ritmo al de sus corazones. Resultaba agotador estar viva.



Isabel del Río
Abril 2012


Y para los que quieran seguir leyendo nuevas aventuras escalofriantes...



¡Estad atentos! Porque en futuros posts os traeré la reseña de LA VIDENTE DE LA LUNA LLENA

El libro no me ha durado ni dos días. ¡Me ha encantado! <3 <3

¡Un abrazo umbrío!

17/2/16

LA VIDENTE DE LA LUNA LLENA

¡Queridos dreamers!

Esta semana hago un alto en el camino con la historia por entregas titulada Nieve, para hablaros de la nueva publicación de Isabel del Río.

Es nueva en castellano, porque en catalán ya hace meses que se puede encontrar en todas las librerías.

Ayer, día 16 de Febrero, llegó LA VIDENTE DE LA LUNA LLENA, a todas las librerías, de la mano de Kailas Editorial.



Ficha:

Tamaño: 15x23 cm

Número de Páginas: 224

Encuadernación: Rústica con solapas

Año de Edición: 2016


Sinopsis:

Una carta del tarot abre la puerta de un secreto familiar olvidado. Con un estilo ágil y una imaginación embriagadora, la autora conduce al lector hacia un final trepidante a través de una Barcelona poco conocida, misteriosa y añorada.

Al hacer limpieza en el piso de su madre recientemente fallecida, Laia se encuentra una caja llena de fotografías y una vieja carta del tarot.

Dolida porque nunca pudo conocer a su padre, y angustiada al darse cuenta de que su madre, el pilar de su vida, era en realidad una desconocida, comenzará una investigación que la llevará a descubrir nuevas pistas y cartas del tarot en diferentes lugares de Barcelona.

Laia averiguará hasta qué punto el ocultismo y el tarot forman parte de su vida, y sentirá la inquietante presencia de unos ojos azules por toda la ciudad.


Para todos aquellos interesados, Isabel nos habla de la novela en una entrada en su blog personal, incluso nos deja un video sobre la historia en el canal de Youtube de la editorial.

http://laodiseadelcuentista.blogspot.com.es/2016/02/la-vidente-de-la-luna-llena-hoy-en.html

https://www.youtube.com/watch?v=H3wZbs7KZ4w


Yo estoy deseando poder hincarle el diente a esta intrigante historia ¿Y vosotros?

¿Os atrae la idea de que las cartas del tarot desencadenen nuevos caminos, sois conscientes del misterio que pueden esconder vuestras ciudades?

¿De quién serán esos ojos azules?

¡Animaos y compradla! Seguro que nos adentramos en una historia diferente con la gran personalidad que siempre derrocha la autora. ¡Yo en cuanto lo lea os cuento por aquí!


¡ Un abrazo y hasta el siguiente miércoles!

10/2/16

NIEVE CAPITULO 11

¡Queridos soñadores entre las sombras!

Un miércoles más os traigo un nuevo capítulo de Nieve de Isabel del Río, que en esta noche gris y lluviosa al menos por el norte, es el complemento perfecto para terminar genial el día o empezar el siguiente con buen pie.

Mantita, calorcito y geniales letras.

Y un interrogante...

 ¿Se puede cristalizar el amor?

¿Se puede quebrar la esperanza al igual que un pequeño copo de nieve se torna líquido con el sol?

Atentos al siguiente fragmento porque la vida y los sentimientos son más díficiles de preveer que lo que uno cree.


Y para aquellos que aún no lo sepan, a partir del 16 de Febrero ya podremos encontrar LA VIDENTE DE LA LUNA LLENA de Isabel del Río, en castellano con Kailas Editorial, en todas las librerías. Así que preguntad a vuestro librero de confianza. Y después de leer nos contáis...Yo estoy deseando hincarle el diente desde que fue publicado en catalán... Tendréis reseña, seguro.



NIEVE 11: AMOR CRISTALIZADO



El amor es complicado, sobre todo cuando el otro no conoce tus sentimientos. Existen situaciones tan complicadas que es mejor acallar al corazón, pero éste no se conforma con poder ver a la persona amada. No hablar es el dolor más grande que podemos imaginar, un vacío más profundo que la muerte.

El salón se había convertido en un frigorífico. Tara y Joel lloraban aterrorizados junto a los restos de la anciana, mientras Lars apretaba la mano de Beth contra su pecho. Casi parecía humano, su mirada de hielo se había suavizado y recordaba a un páramo antes de la tempestad. La niña se secó las lágrimas con la manga del anorak y se acercó al hombre que les había salvado la vida.

—¿Qué va a pasar ahora? ¿A dónde vamos a ir? —preguntó arrodillándose junto a Lars en busca de consuelo.

—No hay esperanza —respondió este, resiguió con suavidad la línea del rostro de Beth y añadió—. Ahora ya nada importa.

El estómago de Tara se contrajo y un sentimiento que nunca antes había experimentado hizo que alejara de un golpe la mano que Lars sostenía con afecto.

—¡No deberíamos haber venido! ¡¡Si no fuera por ella yo sería la Dama!! ¡Me protegerías a mí y no a ella!

Su hermano, que se había mantenido al margen durante todo el tiempo, la agarró por los hombros y dijo apenado:

—Si te hubiera pasado el don ahora estarías muerta.

Tara escapó de su hermano y se guareció en un rincón de la sala. No deseaba pensar en ello, no quería imaginar que terminarían así, pero lo que realmente la carcomía por dentro era la mirada de Lars, que ni siquiera se había inmutado y continuaba junto al cuerpo sin vida de la chica a la que amaba.

—Tenemos que irnos —dijo Joel. El niño soportaba el peso que los demás no querían reconocer, pero empezaba a ser demasiado para su espalda—. Si nos quedamos aquí nos congelaremos.

—Ha sido la Dama, hemos perdido su protección en el momento en que se ha desintegrado —explicó Lars.

Alzó la vista para analizar la situación. Tara permanecía a un lado,

acurrucada, tiritaba y musitaba algo entre dientes. Joel estaba pálido, aguantaba de pie por los demás, pero no tardaría en perder el conocimiento.

—Recoged todo lo que creáis que nos puede ser útil. Nos vamos.

En cuanto oyó las últimas palabras, la niña se alzó y empezó a recoger las cosas en sus mochilas. Su hermano permanecía paralizado, como un juguete al que se le ha agotado la cuerda.

—Vamos Joel —dijo Lars—. Eres fuerte, puedes hacerlo.

Pero el niño no respondía. Su rostro infantil empezó a mutar en un gesto entre miedo y fascinación, abrió los ojos y la boca como si de ellos tuviera que escapar la vida, y alzó una mano con el dedo índice tembloroso. Ambos siguieron la dirección que Joel señalaba y una luz azulada y penetrante los cegó.


Isabel del Río
Marzo 2012



Y para aquellos soñadores que queráis avanzar en la lectura os dejo a un solo click el siguiente capítulo.



¡Un abrazo sombrío!

3/2/16

NIEVE CAPITULO 10

¡Queridos dreamers!

En esta mañana lluviosa de febrero, seguimos con la historia por entregas: Nieve, de Isabel del Río.

Cómo habréis podido adivinar, tiene un toque mágico, contiene leyendas ocultas, pero sobre todo no pierde un ápice de ese aura tétrica que tanto caracteriza a la autora.

Isabel para eso es única. Siempre sabe darle a sus fragmentos, relatos y novelas, esa pincelada de alta tensión, de vértigo y de miedo.

Hoy le toca el turno a unos aullidos del mismo color que la nieve.

NIEVE 10: AULLIDOS BLANCOS



Dicen que el olfato atrae los recuerdos, por lo visto es el más fuerte y primigenio de nuestros sentidos.

A mí alrededor todo era blanco, pero no sentía frío. La nieve cubría el horizonte, la tormenta golpeaba sin tregua los árboles y montañas que me rodeaban. No reconocí el paisaje y traté de hacer memoria para recordar cómo había llegado hasta allí. Estaba en el salón de mi casa y luego… Era incapaz de ver qué había ocurrido, simplemente desperté en medio de la nieve.

Unos profundos aullidos se alzaron sobre el silencio espeso y me rodearon, los lobos blancos surgieron de la niebla y pasaron de largo sin percibirme. El instinto me lanzó tras ellos, corría como el viento y la pasión arrancó un aullido de mi garganta. Era una más y mis patas volaban sobre la nieve, mi pelaje brillaba bajo los rayos de la tormenta.

El grupo se detuvo y husmeamos el aire. Olía distinto, entre el aroma de la nieve había algo más, un hedor que sólo yo reconocía, que recordaba de otra vida. Nos dirigimos con cautela hacia el lugar de dónde provenía y vimos un hatillo azul en medio de la blancura. Fui la primera en adelantarse hacia el bulto, lo empujé con el hocico y busqué en el interior, pero algo me agarró y di un brinco para escapar de lo que hubiera entre las ropas. Entonces fue nuestra madre quien se aproximó y abrió el hatillo con la pata.

Un cachorro pelón y sonrosado apareció entre las ropas. Todos nos acercamos y lo examinamos: olimos su piel y el poco cabello que cubría su cabeza. Era un ser extraño y débil, al instante empezó a llorar por el frío. Padre tomó una decisión y su rugido rompió con la indecisión del grupo.

Empujamos a la cría hasta volver a cubrirla y uno de mis hermanos tomó el paquete entre sus fauces. Y así reemprendimos la marcha hacia nuestro hogar, más allá de las montañas.

La criatura se convirtió en nuestro hermano y creció fuerte gracias a la leche de nuestra madre, pero seguía siendo frágil y pasaba el tiempo encerrado sin poder correr y retozar con nosotros. Un atardecer, al regresar de una jornada de cacería, lo encontramos moribundo entre la nieve, a penas con un hilo de vida que lo separaba de la eterna morada.

Padre aulló y clavó sus fauces en su cuello. Sus dientes atravesaron la carne de nuestro hermano como si fuera mantequilla y su sangre pintó el suelo de carmín. Todos lloramos, entonamos la canción de nuestros ancestros y ocurrió lo imposible. Nuestro hermano abrió los ojos, pero ya no era el mismo, ahora nos atemorizaba.

Isabel del Río
Marzo 2012

Y para los que como siempre quieran continuar leyendo:


¡Un abrazo tétrico!